martes

Lucrecia y los pasos de comedia

Escribo esto mientras Lucrecia duerme abajo del calentito motor de un Polo modelo '00. Hace ya más de un mes que hizo su aparición triunfal desde el tacho de basura. Muchas cosas pasaron en el medio. Un viaje a Santa Fe, una vecina asesina-gatos otra que los tiene recluídos en su terraza pero para 'hacer que no los escucha', otra que prometió un plan anticonceptivo y fue tragada por las vacaciones de verano. Y yo transmitiendo desde Sickcity para todo el mundo mientras veo a Jim Morisson resucitar para espiarme con cautela desde la pared. No puedo pedir más (ni un humor menos ácido).

Desde que Lucrecia apareció varios vecinos fueron adoptándola de a ratos. Cómo bien decía el zorro de 'El Principito' lo primero para domesticar a alguien es ponerle un nombre. Lo gracioso del asunto es que dos tercios de los interesados en bautizarla, eligieron nombre femenino. Todo a ojo, y a ojo de ama de casa y periodista desempleada, nada de veterinarios expertos ni siquiera principiantes.
Lógicamente, con el paso del tiempo aparecieron las dudas. Qué esas son bolas no ves? No para mi es otra cosa, porque no tiene pito. Qué si, que son bolas y es difícil saber el sexo de los gatos. Además tiene cara de gato (?). Es por eso que cansados de la duda, pero casi seguros de que el mito que habíamos creado sobre Lucrecia comenzaba a caer como el Imperio Romano, recurrimos a la veterinaria.

En un viaje cuasi eterno pero de tres cuadras, recibí más manotazos que Dempsey contra Firpo. Después me enteré que para traslados teníamos a disposición un carrier o jaula trasportadora. Oh Gracias! me hubiera sido realmente útil si lo hubiera sabido antes de salir de mi casa, pensé con el codo goteando. Bueno dejame hacerte la ficha del animalito ¿nombre? Napoleón ¿Edad? No sé, eso vengo a consultar y también si es macho o hembra...

Media hora después supimos que no tenía cara de gato, que las bolas eran en realidad los labios de la vágina (*) y que no sólo era gata y fiera, ahora era también el monoambiente de dos gatitos de 20 días. Firpo K.O. Si buscarle un lugar a Lucrecia antes era una preocupación ¿qué puta definición le daría ahora el diccionario a esta linda e inesperada sorpresa?





(*) Este espacio auspiciado por mi mente y mi teclado, quiero utilizarlo para derribar la equivocadísima noción de algunos hombres y mujeres que creen poder diferenciar a los animales por tener cara de 'nena-nene/gato-gata' AL CARAJO, no es cierto. Esa fórmula sólo se aplica a algunos seres humanos. No incluye andróginos, ni a casi todos los floggers (practicamente extintos) ni a otras modas similares que podrían venir.

0 comentarios:

Publicar un comentario